El dióxido de silicio, también conocido como ácido silícico, se encuentra naturalmente en la corteza terrestre, así como en el agua y las plantas. Es un oligoelemento que se puede encontrar en el cuerpo humano y tiene muchas funciones importantes. También se utiliza en una variedad de productos farmacéuticos y cosméticos.
La sílice a menudo se fabrica en una variedad de formas, que incluyen arena, polvo, geles, sílice precipitada y sílice pirogénica. Otros nombres para él incluyen sílice amorfa y nanosílice.
La sílice coloidal es una suspensión de pequeñas partículas esféricas de sílice amorfa en líquido. Se diferencia de otros tipos de sílice en varias formas, pero la más notable es que se encuentra en forma líquida en lugar de polvo.
Se fabrica polimerizando núcleos de sílice en condiciones alcalinas y luego dispersando las partículas resultantes en una solución de agua. Este proceso produce soles de sílice amorfa de tamaño nanométrico con un área superficial alta que tienen una carga eléctrica inducida en sus superficies. Estas nanopartículas pueden repelerse entre sí para formar una dispersión estable o coloide.
Este tipo de sílice es increíblemente eficiente para el pulido y tiene el potencial de aumentar significativamente la productividad de su proceso. Se puede mezclar en concentraciones de hasta un 50 % en peso, que es mucho mayor que las lechadas abrasivas estándar que pueden tener entre un 15 y un 20 % en peso.
Hay muchos grados diferentes de sílice coloidal disponibles y el grado que seleccione debe basarse en la aplicación y las propiedades deseadas del material. Algunas de las cosas importantes a considerar al elegir una sílice coloidal son el tamaño de las partículas, su estabilidad en el rango de pH y su carga superficial.
El tamaño de las partículas es un factor importante en el rendimiento de la sílice coloidal, así que asegúrese de elegir un producto que tenga una amplia gama de tamaños de partículas. Esto es especialmente cierto si está utilizando el producto en una aplicación química, como un aerosol ácido.
El pH de la sílice coloidal también es una consideración importante, ya que en la mayoría de las aplicaciones se prefiere un amplio rango de pH para lograr una buena estabilidad de las partículas y un buen rendimiento de la superficie. Un rango de pH común para estos productos es de 3,5 a 10,5, pero algunos también se pueden producir para tener un rango más amplio de pH, ¡así que asegúrese de preguntarle a su representante cuál es el mejor grado para sus necesidades de aplicación específicas!
El dióxido de silicio coloidal puede ser un aditivo útil para formulaciones en sistemas de administración de fármacos transdérmicos controlados por membrana y controlados por matriz. Esto se debe a que puede ayudar a estabilizar el gel y mejorar su almacenamiento y estabilidad térmica. Además, puede prevenir la formación de sedimentos duros en estos sistemas.
Se puede mezclar en la formulación con otros ingredientes en polvo para garantizar la mezcla más cohesiva posible. Esto no se recomienda cuando se mezcla con lubricantes, ya que estos podrán romper los grandes aglomerados que existen en muchos grados de sílice coloidal.
El dióxido de silicio coloidal se puede agregar a una formulación de gel que se prepara en una licuadora, pero debe mezclarse en su totalidad antes de agregar los otros componentes en polvo de la formulación. Tampoco es recomendable mezclarlo previamente con un lubricante, ya que esto introducirá demasiada energía en la mezcla.